viernes, 6 de junio de 2008

¿A qué se exponen los grandes?

"Y al que no le guste, me lo chingo..."


No recuerdo exactamente cuándo, pero en cierta ocasión alguien citó para mi esta interesante frase cuyo autoría desconozco... "La vida golpea a los que son buenos, pero sólo los realmente buenos reciben esos golpes con optimismo y jamás se convierten en malos".


Y es ahí, en esa frase, donde me baso para escribir lo que tu, mi apreciable lector, leerás a continuación.


Una de las más grandes aspiraciones del ser humano es sin duda alcanzar el triunfo y la grandeza, más que solo satisfacer la necesidad de ser admirado y reconocido por otras personas, en realidad nuestro interés más profundo está en superarnos a nosotros mismos y aportar algo para nuestro bello mundo, dejar huella en él para la posteridad. Aún así, me parece que estaremos de acuerdo en que no todo mundo parece comportarse así.

Podría incluso decirse que nuestra humanidad puede dividirse en tres grandes grupos:



  • Existen los grandes y los triunfadores, aquéllos a los que conocemos como "líderes". Son personas que tienen muy claros sus objetivos y dedican su vida a la busqueda de la culminación de dichos objetivos. Son personas fuertes y valientes, con unas características personales extremadamente definidas. Son aquéllos que avanzan siempre hacia adelante y sin miedo a todo tipo de situación o enemigo que intente obstaculizar sus actos. La gente los frecuenta por el deseo de ser como ellos, por la seguridad que acompañar a un líder parece brindar. Tienen capacidad de gestión y generalmente destacan de entre la multitud por cualquier error que cometan o cualquier acierto que tengan. Lo más importante es que son gente con muchos huevos para sobresalir y lograr toda cosa que se propongan. Con ellos, en la mayoría de los casos, sólo hay de dos sopas: O los amas, o te cagan y los odias a muerte. De cualquier forma, ellos no dan un carajo si los odias, pues están muy por encima de sentimientos tan bajos y prefieren centrar su atención en las cosas que los ayuden a progresar, mejorar y ser aún más dignos de su posición como líderes. Prefieren amar. Aún así... ¿cómo alguien con estas características puede ser odiado por cualquier persona? Simple y sencillamente por la existencia del tercer grupo, que describiré a continuación.




  • En nuestro segundo grupo se encuentran, los muy comunes "humanos grises". Los llamo "grises" por que su personalidad y carácter es precisamente así, gris e indefinido. Sí, pueden llegar a tener grandes ideas o a gozar de algunos triunfos, pero el miedo a nunca llegar a sobresalir es precisamente lo que los mantiene donde están, lejos de sobresalir, en una especie de círculo vicioso. Los borregos, la masa. Hacen lo que todo el mundo hace. Sus vidas pasan prácticamente desapercibidas y siempre intentan ser el segundón de algún líder, ya que estos tienen las agallas necesarias para llevar a cabo todo aquéllo de lo que ellos no se sienten capaces. Su concepto de sí mismos no es precisamente el mejor, pues carecen de autoconfianza. Ven el mundo como un lugar egoísta o de escasez y esto los lleva a ver simplemente por su propio bienestar y seguridad, sin importar que pase con los demás. Viven pendientes de la opinión ajena, del "qué dirán" y en esto fincan su seguridad personal. Se conforman con agruparse en torno a un líder y nunca cuestionan lo que dice su líder pues dan por sentado de antemano que "el líder siempre tiene la razón". En las pocas ocasiones en los que cuestionan los errores de un líder, se sienten incapaces de reclamar o de aportar alguna idea mejor pues temen a las consecuencias que esto podría conllevar: ser rechazados por el líder y sus otros segundones. Sobre todo, cabe destacar que estan muy relacionados con el tercer grupo y están siempre propensos a agrandar las inmensas filas del mismo tercer grupo, por una sencilla razón: la envidia.




  • Así es, el tercer grupo está conformado por los envidiosos, esos pedazitos de caca que impiden el progreso de la sociedad. Me resulta triste afirmar que abundan, que en todos lados hay, pero así es. Parece incluso ser alguna especie de regla... si eres líder, siempre habrá alguien que te envidie. Si tratas de hacer la paz, saldrá otro a hacerte la guerra. Los falsos amigos, los cobardes, los traidores, los deshonestos, toda persona que guarda dentro de sí gran rencor contra la vida y los demás, todo imbécil que se siente tan poca cosa como para calumniar a los demás, derramar odio y estupidez a cada paso que da, sentirse tan débil como para no poder actuar si no se ve acompañado de otros diez o más imbéciles de características similares. Es feo hablar así pero, personalmente, creo que son tan poca cosa que tendrías que juntar a muchos de ellos para apenas conformar a un solo ser humano, pues son solo sombras. Mierda. Materia fecal que aunque es siempre pisoteada por el líder a su paso, se contenta con embarrar la suela de su zapato. Que triste. Personas que no se conocen a sí mismas, pues han engendrado un gran odio hacia sí mismos por toda la serie de carencias que han tenido que sufrir. Lo cierto es que la única forma de sobrellevar su existencia de mierda, es vomitando ese odio hacia todo lo que los rodea. Y resulta hasta hilarante y cómico que aunque dicen odiar a alguien, vivan EN TODO MOMENTO pendientes de lo que hace, dice y vive pues esa persona es DEMASIADO importante para ellos, aunque les duela en cada célula de su cuerpo reconocerlo. Intentan chingar de a como puedan, casi siempre por habladas y de espalda. Envidian todo aquello que no poseen y mientras más les duela no tenerlo más intentarán joder y dar dolores de cabeza: el liderazgo, el carisma, la originalidad, la atracción, la determinación, y la seguridad personal de los demás. La inteligencia, la serenidad, la creatividad, la alegría, la madurez. El dinero, las relaciones sociales, el trabajo. La ropa, el coche y las posesiones personales. Las novias y novios de otros. La familia de otros. El amor que otros reciben por parte de su familia, amigos y demás seres queridos. La capacidad para amar de otros y de disfrutar la vida sin miedos ni limitaciones. El reconocimiento que la gente da a los líderes. Suelen convertirse en ocasiones en verdaderos anti-líderes y buscan llamar la atención y darse importancia hablando mal de alguien EN TODO MOMENTO, destrozando todo a su paso, viviendo en el desmadre, golpeando a los demás, cayendo en la debilidad de las adicciones, poniendo trabas en el camino de aquellos a quienes odian, haciendo el mal a los demás, robando, involucrandose en negocios ilícitos, entre muchísimas cosas más. También hay otros que no llegan a tan alto grado y se contentan simplemente con chuparle las bolas al anti-líder, besarle el culo. Esto significa en un sentido más concreto que a estos jala-bolas no les importa halagar, obedecer ciegamente o incluso humillarse ante otro individuo. El verlos actuar es como estar presenciando payasos en un circo. Son rídiculos y de verdad da pena tener que admitir que este tipo de pendejos cagones también existen. En fin, tienen su lado positivo de vez en cuando pues todas las estupideces que hablan estos hijos de la puta loca que los parió sirven para dar fama de forma indirecta a la persona "que tanto odian".

Si tan poca cosa son los envidiosos... entonces ¿a qué se exponen los grandes? ¿A qué se exponen los triunfadores, los líderes? A ser difamados, calumniados, deshonrados, ofendidos, maldecidos, murmurados, detractados, criticados, denigrados. Es más fácil ser el cobarde que en medio de las sombras difama, calumnia y ofende a ser el líder que valientemente resta atención a dichos ataques hacia su persona y que sigue su camino en búsqueda de la grandeza, de la trascendencia. He ahí el meollo del asunto, por eso es que existen miles de billones de personas del tercer grupo y solo algunos del primero. Es más fácil destruir que crear. Pero por lo mismo, la destrucción es de una naturaleza más débil que la creación. Por lo mismo, los envidiosos no trascienden y quedan en el olvido, mientras los líderes son siempre reconocidos y recordados con cariño por los demás al final. Por que tuvieron una labor más dura que sus hermanos envidiosos, pero sobre todo, infinitamente más productiva. Además... ¿que gran líder de la historia no ha sido calumniado alguna vez, si te pones a pensar? ¿Qué persona que conozcas poseedora del respeto y la admiración de algunos, no sea al mismo tiempo difamada y odiada por otros, incluso por un mayor número que aquéllos que la admiran? ¿A qué triunfador que haya llegado muy alto en la vida no han tratado de bajarlo a pedradas? Supongo entonces, que este tipo de interrogantes hacen comprensible que es inútil tener miedo a ser señalado y a que alguien se burle o se mofe de ti. De cualquier manera, si aspiras a la grandeza en algún momento vivirás en carne propia ese señalamiento, esa burla. ¿Para que tener miedo de que suceda si de todos modos ha de pasar? Ten en cuenta que ese o esos que cobardemente te difamen en realidad matarían por estar en tu lugar y ser ellos los difamados. Por que sólo de las cosas importantes es de las que todo mundo habla, ya sea positiva o negativamente. Si con tu liderazgo logras que los demás te mencionen, tanto para bien como para mal, considérate importante.


Los grandes se exponen a que los débiles a los cuales corroe la envidia se unan e intenten acabar con ellos. Ya sea acabar con su persona, con su calidad de vida, o con su obra. Mmmm... podría ser. Existe un proverbio africano que dice que "varias telarañas unidas pueden atrapar a un león." Me parece acertado y estoy de acuerdo con lo que afirma este proverbio. Ahora, vámonos dando cuenta de algo. Esto pasaría solamente si el león lo permite. Un león es, por mucho y en proporciones extremas, más fuerte que una araña. Bastaría agitar sus fuertes garras para hacer a un lado las telarañas y aplastar con fuerza a la insignificante araña. El líder no le tiene miedo A NADA NI A NADIE. El líder no le teme ni A LAS CIRCUNSTANCIAS NI A LOS HOMBRES. El líder no da un comino por lo que hagan los que "intentan" darse el lugar de sus enemigos y no retrocede ante nada. Y sí alguna vez llega a retroceder, nunca es por cobardía sino por que sabe pensar con la cabeza fría y no de forma reaccionaria, y sepan los débiles y envidiosos que después vendrá en proporciones mucho mayores el ataque que hará a un lado a toda escoria que intente cruzarse en su camino y la fuerza que impulsará al líder a alcanzar sus más grandes sueños.


Luego entonces el miedo está por demás, campeones. La verdadera fortaleza de toda persona reside en su interior, no en lo que vemos por fuera. Cuando nos damos cuenta de esto, es cuando pasamos a ser líderes. Y que el mundo ruede. Mas vale no detenerse a pensar ni por un momento en que dicen los demás de nosotros mientras actuamos y mejor dedicar nuestro tiempo a visualizar la clase de personas que seremos al haber alcanzado todo lo que deseamos. ESO es lo que debe importarnos, no lo que diga cualquier hijo de siete leches. A ellos, a los envidiosos, perdónalos o ignóralos. Así de sencillo. Que no te quiten el sueño. Como dice el dicho, "hacer caso de pendejos es engrandecerlos."

Por eso, la próxima vez que veas tu nombre difamado, ríete. Disfruta el saberte lo suficientemente importante para esa persona como para que dediqué su tiempo a ti. Sonríe al saber que malgasta ese tiempo pues eres lo suficientemente inteligente como para olvidar lo que te dijo a ti o de ti en unos minutos. Echales la buena vibra, reza por ellos o que te valgan madre. Tienes algo que ellos quisieran tener y desgraciadamente no tienen, eso es todo. Además, recuerda que "el pez por la boca muere." Si vas a hablar tu alguna vez de alguien, pues no seas como ellos. Procura decir solo lo que sea bueno, verdad, y necesario.

Rara vez, los cobardes tendrán las agallas para difamarte de frente. Es una especie de regla que define a los habladores. Todo lo hacen y lo dicen sin dar la cara. Ahora, si alguna vez te toca que alguno lo haga, simplemente pon al pendejo en cuestión en el lugar que le corresponde. Son mierda y a la mierda van.

A eso se exponen los líderes. Como podrás darte cuenta, nada comparado con el privilegio de poder luchar para tener todo lo que quieres. Y nadie mejor para logralo que un líder.

Antes que hombres, somos caballeros.